21.09 Geertz, Ideología y símbolo – Versión de Daniel Sandoval

Bitácora de la sesión del día 21 de Septiembre
Versión de Daniel Aurelio Sandoval Valenzuela

La sesión se desarrolló con base en la lectura de Clifford Geertz, La interpretación de las culturas, capitulo 8. Los puntos expuestos en clase fueron:
  1. La necesidad de un concepto no evaluativo de ideología
  2. Las teorías tradicionales contras las cuales pelea el autor (Teoría de interés y teoría de tensión)
  3. La ideología en el orden simbólico

1.


Clifford Geertz en su texto empieza diciendo que la ideología o la teoría sobre la ideología ya aparece ideologizada, una idea que ya habíamos visto en autores estudiados con anterioridad. El profesor como ejemplo habló de van Dijk, quien también busca una forma no evaluativa de la ideología. Así como Geertz, también van Dijk inicia con la misma preocupación, ya que todo el mundo que habla acerca de la ideología parece enfrentarse con la imposibilidad de abordar el tema ideológico sin inmediatamente ser calificado de estar ideologizado. Por ello, este autor hace una analogía entre, por un lado, los avances a que ha dado pauta teorizar acerca de estas cosas (y que al mismo tiempo se han convertido en un impedimento) y, por otro, la serie de paradojas de Zenón de Elea.

El profesor explicó acerca de la paradoja de Aquiles y la tortuga, la cual consiste en imaginar una carrera entre Aquiles y una tortuga. Por generosidad con la tortuga, Aquiles le da dos pasos de ventaja. ¿Quién ganará la carrera? Se supone que el ganador sería Aquiles, por ser mucho más rápido que la tortuga, pero no es así. Al tener dos pasos de ventaja, la tortuga nunca va a ser alcanzada por Aquiles. Para que Aquiles pueda alcanzar a la tortuga necesita dar un paso; y antes de dar un paso tiene que dar medio paso, y entre ese medio paso y donde se encuentra tiene que dar un cuarto de paso y así sucesivamente. De acuerdo con esa perspectiva, la tortuga nunca es alcanzada por Aquiles dada la imposibilidad de que Aquiles llegue siquiera a estar cerca de la tortuga. Por eso es una paradoja: lo que demuestra esta argumentación es que el movimiento no existe. Al momento de fraccionar su acción, lo que se hace es irse al infinito.



Del mismo modo que Zenón de Elea plantea estas paradojas, que sirvieron para darle un impulso a las matemáticas, el descubrimiento de la ideología en la época de la Ilustración va a permitir un avance en el conocimiento del orden social. Geertz dice que lamentablemente nos encontramos en la etapa en la que aún no logramos superar la paradoja. ¿Cuál es la paradoja a la que se refiere el autor? Es la paradoja de Mannheim la cual vamos a discutir la próxima sesión. El profesor vuelve a hacer otra pregunta ¿En qué consiste la paradoja de la ideología? ¿Cuál sería la paradoja de la ideología? La paradoja consiste en que es paradójicamente imposible hablar con objetividad de la ideología. Al elaborar una teoría sobre la ideología, esa teoría sobre la ideología tiene pretensiones de objetividad, de desinterés. ¿Por qué una serie de creencias son calificadas como ideológicas mientras que otras creencias no son ideológicas? ¿Como evitar una teoría sobre la ideología que no se convierta al mismo tiempo en ideología, es decir que no sea sujeto del mismo calificativo? En ese sentido, esa «teoría de la ideología» será una ideología entre otras más que una ciencia social.

¿Cómo lograr una ciencia social sobre las creencias de los otros, sin que al mismo tiempo esa teoría o esa ciencia social sea calificada como una ideología, desde otra perspectiva? Al hacer nosotros una ciencia social o teoría social ¿como podríamos nosotros calificar esto de ideológico? Al momento de construir una ciencia social, va a ganar adeptos y contrarios. El profesor nos recordó de sesiones pasadas que hablamos sobre tres dimensiones de la ideología, que serían: la polarización, la creación de grupos y las estrategias discursivas. El profesor de nuevo hace una serie de preguntas ¿Se le puede aplicar eso mismo a la teoría sobre la ideología? ¿A qué intereses puede servir una teoría de la ideología? ¿A quién estaría legitimando? ¿Quién se beneficia con una teoría sobre la ideología? Como ejemplo, ¿quién se beneficia de decir que el capitalismo es ideológico? ¿A quien beneficia una teoría de la ideología que desvele estos movimientos? Beneficia a los que se oponen, pero el grupo dominante ¿se beneficiaría también de una teoría de ideología para un mejor control de las masas? Entonces, ¿puede o no ser tachada una teoría de la ideología como ideológica?

Básicamente esta es la paradoja: al momento de elaborar esa teoría o cualquier teoría, los términos en los cuales está formulada pueden servir a unos intereses o a otros y en esa medida ser calificados como ideológicos. Lo que va a hacer Geertz es intentar desmantelar la paradoja y mostrar que no hay una paradoja como tal. El modo en que se descalifica una teoría sobre la ideología es porque toda ideología parte de ciertas creencias evaluativas y lo que está haciendo una teoría o ciencia social es también postular ciertas creencias evaluativas que en el momento en el que se confunden con creencias fácticas nos convencen en sentido ideológico.

El problema de la ideología parece que radica en las creencias evaluativas, es decir el modo en que juzgan las cosas: el problema es que hay ciertas creencias evaluativas que realizan las ciencias sociales que postulan no como creencias evaluativas sino como creencias fácticas. Cuando un antropólogo llega a hacer la descripción de un pueblo «primitivo», una creencia evaluativa es el supuesto de la inferioridad o superioridad de los pueblos; sin embargo, se presentan no como una creencia evaluativa sino como una creencia fáctica. Lo que postula Geertz es la posibilidad de una teoría sobre la ideología que no sea dependiente de creencias evaluativas, en otras palabras, una teoría no evaluativa de la ideología. Al tener una teoría no evaluativa de la ideología tendríamos exclusivamente una teoría de creencias fácticas sobre lo que significan las ideas de los otros, y podremos analizar adecuadamente las creencias de la sociedad y las creencias de los grupos. Así como para hacer una teoría se necesita iniciar concediendo a las creencias que tienen los otros algún grado de verdad o al menos mostrar que son de alguna manera funcionales, se tiene que empezar diciendo que en efecto cuando se analizan las creencias grupales, sean del orden que sean, deben servir para algo. De esta manera Geertz postula la necesidad de un concepto no evaluativo de ideología.

2.


Para iniciar este punto, el profesor planteó esta pregunta: ¿cuáles son las teorías que se han abordado y por qué han sido útiles? Geertz las resume en dos grandes rubros:

  • Teorías respecto del interés

Al analizar el capitalismo, sabemos que sirve al interés del grupo dominante, de igual forma la ideología machista beneficia al grupo dominante, es decir el de los varones. Cuando hablamos de que una ideología beneficia a alguien empezamos a ver ciertas dificultades al momento de analizar. Mientras que en el discurso es “uno” el beneficiario, podríamos decir nosotros que en la realidad es “otro”, pero bajo otro análisis sería un tercero. Por ejemplo, el machismo: aunque sea políticamente incorrecto (por la reivindicaciones feministas), si se argumenta que el machismo no sólo beneficia al varón sino a la mujer, dado que impide el acceso laboral a una fuerza de trabajo barata y por lo tanto los salarios serán mejores y habrá más puestos de trabajo, entonces el machismo beneficia al conjunto de la sociedad. La teoría de la ideología, entendida como la justificación de las creencias de un grupo para beneficio de una élite, presenta así diversos problemas: ¿cómo determinar quién es el beneficiado de una ideología? Otra objeción que se presenta es el análisis de las motivaciones que cada uno de manera individual tiene para seguir una determinada ideología.

  • Teorías respecto de la tensión

Las creencias que posee un grupo pueden ser abordadas, no tanto como creencias impuestas para el beneficio de otro grupo, sino como una expresión de las tensiones en una sociedad. Dado que existen tensiones entre hombres y mujeres surgió el feminismo; dado que existe una tensión social entre la gente que posee los medios de producción y aquellos que no los poseen, surge como resultado de esta tensión una ideología. El modelo que podríamos suponer que tiene esta segunda teoría sería un «modelo médico», porque hace un «diagnóstico» de la sociedad. La ideología sería una explicación diagnóstica de lo que sucede, a diferencia de la teoría de interés que podríamos calificar de «militar» porque es la imposición de una «orden» desde arriba. El modelo médico o el modelo de explicación de las tensiones sociales a partir de la ideología, tiene diversas maneras de manifestarse. Una de ellas sería catárticamente: Salinas de Gortari, por ejemplo, es el chivo expiatorio de la crisis de 1994. La segunda forma de entender la ideología como modelo médico es desde la perspectiva moral o de sostenimiento de los individuos para tensiones permanentes. La tercera forma de entender la ideología como modelo médico sería que las ideologías cohesionan a los grupos, las ideologías canalizan las tensiones hacia la solidaridad: las tensiones entres güeros y prietos, entre ricos y son pobres, es aliviada –aunque sea parcialmente– por una ideología, el nacionalismo, haciendo creer que todos somos iguales y hacer que todos se cohesionen. La última de las maneras de entender la tensión o el modelo médico de las ideologías es como propugnación, que destaca las tensiones mismas, como en el caso de toda ideología del oprimido.

3.


¿Por qué es importante el modo simbólico? ¿Por qué hace falta una teoría de cómo se simboliza el símbolo? Más que hablar de una ciencia del conocimiento social habría que denominarla una ciencia de la significación. Se necesita saber cómo interactuamos como individuos con las creencias, y este modo es, para Geertz, el modo de interacción simbólica. Al analizar una afirmación se tiene que saber cuál es el contexto de tal afirmación y conocer ese contexto significa conocer la dimensión simbólica. Los símbolos sirven para asignar cierto concepto que puede ser una palabra, una bandera o un discurso. Esta palabra, bandera o discurso intenta relacionarse con un referente, es decir con algo más allá del propio discurso. En términos cotidianos se utilizan los símbolos como se utilizan los mapas, pues los símbolos cumplen la función de localizarte al igual que los mapas. Al elaborar una teoría lo primero que se hace es nombrarla, porque al nombrar los objetos sentimos que estamos en posesión de ellos.

La ideología va a ser el modo de orientarse en una situación desconocida, así como lo que nos permiten los símbolos es orientarnos frente a las cosas. ¿Cuándo necesitamos ideologías? Las ideologías se necesita cuando existen incertidumbres, porque de esa manera sirven como mapa para orientarnos en la nueva situación. Por eso, las ideologías y las teorías sobre las ideologías surgen en el momento que se confrontan los sistemas tradicionales durante la Ilustración. Geertz dice que es una época interesante de analizar desde la perspectiva ideológica porque nos muestra cómo la sociedad se encontraba sin referentes de cómo actuar. Surgen de esa manera las ideologías para dar cuenta de cómo actuar: es en este sentido que las ideologías cumplen la función orientativa. Las ideologías funcionan a posteriori, primero se da la tensión social y después es cuando viene la ideología.

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