Resumen. Mannheim, Ideología y utopía III – Versión de Flor Mayén

Karl Mannheim, “Perspectivas de una política científica: Relación entre la teoría social y la práctica política” en  Ideología y utopía, Introducción a la sociología del conocimiento, México, FCE, 2004, capítulo III, pp.145-228.
Síntesis y resumen de Flor Maribel Mayén Muñoz

Síntesis

Cualquier forma de pensamiento se encuentra condicionada por la situación vital del pensador y de su grupo. Mannheim  plantea si hay una posibilidad de que exista una  Ciencia de la Política para tener una mejor comprensión de los problemas en la sociedad, puesto que los conocimientos de un político sobre distintas áreas que se relacionan a un grupo social son insuficientes para producir una Ciencia Política.

La política como ciencia surge del brote de fuerzas opuestas. Todas las racionalizaciones que se han efectuado hasta ahora se hallan concentradas en el campo de lo irracional. Nuestra estructura social está construida sobre la base de clases, las cuales determinan el lugar y función del individuo en la sociedad. Las leyes pueden formarse cuando ciertas fuerzas inmutables interactúan de manera regular.

Un problema dentro de la política varía según la posición de política del observador, tal como se puede constatar en cinco alternativas de interpretación: el conservatismo burocrático; el historicismo conservador; el pensamiento liberal burgués; la concepción socialista-comunista y el fascismo.

La política podría ser ciencia cuando la estructura del campo histórico sea transparente y que la ética surja desde un estado crítico allanando el camino para la acción política.

Resumen

III. Perspectivas de una política científica: relación entre la teoría social y la práctica política


¿Por qué no existe una Ciencia de la Política? Para que un sociólogo pueda comprender los problemas que surgen en determinada sociedad debe considerarlos dentro del ambiente en que se producen, contemplando que forma parte de este contexto social cambiante y presente. Un político debe tener conocimiento de sociología, estadística, historia, teoría política, psicología, entre otras; sin embargo, estos conocimientos no son suficientes para producir una ciencia política.

Hay dos aspectos de la vida  político-social entre los que puede haber cierta polaridad dentro de una esfera racional. Primero, los asuntos rutinarios del Estado, que son los acontecimientos sociales que se repiten con regularidad, formando parte de una esfera racional; segundo, la política que son los asuntos que se hallan en proceso de devenir, en los cuales, en casos individuales, se tienen que tomar resoluciones que producen situaciones nuevas.

Los modos reproductores de actuar son ejecutados dentro de un marco racional de acuerdo con un precepto que no supone una decisión personal, en cambio una conducta es una situación en donde hay que tomar decisión y que no se halla sujeta a algún reglamento, sino en una esfera en donde la racionalización no ha llegado aún.

Todas las racionalizaciones que se han efectuado hasta ahora en la vida son fragmentarias, ya que los ramos más importantes de nuestra vida social se hallan aún vinculados en lo irracional. Nuestra estructura social está construida sobre la base de clases, lo que significa que no son las fuerzas objetivas sino las fuerzas irracionales  de la competencia y las luchas, en relación con las emociones, las que determinan el lugar y función del individuo en la sociedad.

El conocimiento se enfrenta a las tendencias sobre una corriente y al cambio constante de sus fuerzas, y a la pertenencia de un individuo al campo de lo irracional que lo liga a un partido. Las leyes pueden formarse cuando ciertas fuerzas inmutables interactúan de manera regular. Una ciencia de la conducta sería posible sólo si el pensamiento de quien la aplica fuera independiente de las formas de conducta que se estudian. El planteamiento de un problema dentro de la política varía según la posición de política del observador.

Corrientes políticas:
  • Conservatismo burocrático. Los funcionarios convierten todos los problemas de política en problemas de administración,  su actividad se basa en leyes y su mentalidad construye sistemas cerrados y estáticos de pensamiento, generalizando su propia experiencia. Oculta a la esfera política.
  • Paralelamente se desarrolló el conservatismo histórico dentro de la nobleza e intelectuales, que advierte el papel de lo irracional en la vida del Estado, reconociendo fuerzas incomprensibles e indomables. Decían que reformular al Estado es una capacidad que se adquiere con la experiencia a lo largo de generaciones. Percibe a la política como algo irracional.
  • Burguesía liberal democrática. Surge de la mentalidad aristócrata. Se caracteriza por su intelectualismo. Piensa que la razón domina a la voluntad, el interés y la razón: exigen por ello una política científica. Crea instituciones y el concepto de “naciones”. Intenta racionalizarlo todo.  Pero al sancionar (racionalizar, afirmar) la libre competencia y la lucha de clases crea una nueva esfera irracional. No tolera el pensamiento valorador. Hay una separación entre la teoría y la práctica. Tal ciencia se dividía en:
    • La teoría de los fines;
    • La teoría del Estado positivo;
    • La política, es decir la reformulación de un Estado perfecto.
  • Concepción socialista-comunista. La ideología es el fenómeno del pensamiento colectivo de un grupo que procede de intereses sociales. Este concepto plantea el problema, pero no lo puede resolver. Consideran su pensamiento libre de ideología. Marx atacó el concepto utópico del socialismo. En esta teoría el hombre sólo puede ejercer una influencia sobre el proceso del devenir. En la dialéctica (teoría y práctica), la teoría que surge de un impulso social  aclara a la situación, cambiando a la realidad. Hay una concepción flexible de la teoría, porque es una síntesis del intuicionismo, aunque tiende a racionalizar todo. Al igual que el pensamiento conservador aceptan una esfera irracional, pero la consideran comprensible, y en algunos casos intenta racionalizarla. Los grupos se unen por una concepción racionalizada de la historia. Esta teoría advierte el carácter dinámico de las tendencias políticas.
  • Fascismo. Lo importante es una subordinación al líder. Una  élite líder forja la historia, pero es irracional. La esencia de la política consiste en reconocer y aprovechar las exigencias del momento. No  daba importancia a la historia aunque retomaba aspectos ideológicos y mitológicos del pasado. Hay escepticismo ante la ciencia y es intuicionista.

La política sólo se puede estudiar así desde un punto de vista partidista. Cada partido integra múltiples puntos de vista, pero no son infinitos, de tal manera que podría ser posible una ciencia política del conjunto. Diferentes formas de pensamiento pueden combinarse con otros, sufriendo un proceso de síntesis. Estas síntesis las realizan grupos contendientes para ampliar su perspectiva en su mayor capacidad, en determinado periodo de tiempo.

Los exponentes de las síntesis han determinado ciertas clases sociales que se sentían amenazadas. Estas clases fundan sus síntesis en una posición política que constituirá el desarrollo progresivo para penetrar en el poder de una sociedad; además, estas síntesis deben contemplar la dinámica de la sociedad. La visión dinámica sólo puede ser desarrollada  por intelectuales, quienes forman parte de una capa que no pertenece a una clase unida sino por el conocimiento. Tienen la posibilidad de ligarse ó desligarse con clases sociales.

Una sociología que no pretende inculcar una convicción será capaz de comprender las relaciones de la política y los fundamentos de los juicios de clase, logrando estructurar un panorama de la política. El modelo de las ciencias  matemáticas no puede abarcar a la totalidad del conocimiento. El proceso dinámico del hombre se presenta cuando la conciencia de ésta no surge de su propia contemplación sino de sus luchas con el mundo.

La sociología estudia el proceso de devenir de la política, en cuyo proceso interviene el elemento colectivo, y donde el pensamiento tiene una activa participación junto con los intereses, puntos de vista y las decisiones que se tomarán, dando origen a un nuevo conocimiento.

La política como ciencia surge del brote de fuerzas opuestas, razón por la cual es posible construirla, basándonos en perspectivas unilaterales que reflejan las correlaciones de los acontecimientos, como las concibe un partido político, o como un intento de llegar a una síntesis de las perspectivas existentes.

Para conocer las razones de cómo y por qué se dan las relaciones sociales de una sociedad es necesario tener una perspectiva total que abarque todos los puntos de vista. Por ejemplo, la enseñanza de las artes se ha llevado a cabo a través de conferencias en donde al finalizar, se pueden someter a una discusión e investigación. Posteriormente se desarrollaron talleres, en donde el estudiante y el maestro tienen una relación de mutua participación. La política como arte, se ha enseñado hasta ahora accidentalmente y se ha analizado de manera superficial, según la necesidad de hacerlo. La escuela de partido está en ventaja porque inculca valores que corresponden a intereses de manera mecánica.

Ya que la teoría y la práctica varían según el partido, y como existe un conocimiento destinado a la acción y un conocimiento que solo propone una clasificación, se puede contemplar una ciencia de la política. La sociología del conocimiento estudia la relación que hay entre el  conocimiento político y la relación del modo de vivir de una sociedad.

En el punto en donde empieza el campo político, el juicio valorativo no se puede eliminar; la política sólo es posible mientras el campo de lo irracional perdure, aunque éste se encuentra estrechamente relacionado con el campo racional. La política podría ser ciencia cuando la estructura del campo histórico sea transparente y que la ética surja desde un estado crítico allanando el camino para la acción política.

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