Reseña. Matrix – Versión de Eva Alverdi

The Matrix, Larry y Andy Wachowski (Estados Unidos, 1999)
Reseña de Eva Valeria Alverdi Vélez

¿Qué es la realidad? ¿Conocemos la realidad, ó creemos conocerla? En un primer plano, para la mayoría de los individuos estas 2 interrogantes podrían representar planteamientos con una respuesta concreta y, hasta cierto punto, obvia. Pero, ¿esta obviedad ante la pregunta fundamenta su veracidad?

The Matrix, realizada en el año de 1999 por los hermanos Wachowski, hace resaltar el dilema acerca de lo que es la realidad y si ésta verdaderamente es lo que creemos que es. Más allá de querer hacer un resumen de la película, trataré de abordarla a partir de la filosofía, y siendo más exacta, tomando el tema de ideología como el punto central de análisis.

Se puede comprender a la Matrix como aquel sistema que pretende crear el modelo del mundo a través de una serie de espejismos diseñados por máquinas (entendidas estas como una forma de inteligencia artificial) que atrapa, o mejor dicho, que domina a la gente, estructurado para controlar a la humanidad y de esta forma crear una realidad para aquellas personas que se encuentran en la Matrix, es decir, una alucinación colectiva, o como lo señala  la película, para aquellas personas que se encuentran dormidas. El principal objetivo de esta será el de transformar la especie humana en energía para el sustento de las máquinas.


Podemos dividir a los personajes en 2 grupos, dominantes y dominados. En el primero se ubicará a las máquinas, los agentes, y al conglomerado de personas que habitan dentro de la Matrix; el segundo grupo, o sea el de los dominados, se encontrará conformado por el grupo minoritario de la resistencia.

Podría pensarse que se encuentra ante una contradicción el poner a las personas que se rigen dentro de la Matrix como parte del grupo dominante. Para ello es importante señalar que aunque se encuentren dentro del mismo grupo, esto no implica que todos los pertenecientes a dicho grupo lo sean de igual manera respecto a una élite. Es así como podemos diferenciar dos tipos diferentes de miembros del grupo dominante:

  • Primero tenemos a las personas encargadas de la reproducción de la ideología. Por ello se encontrará ubicado el conglomerado de humanos, ya que aunque de forma inconsciente, y de alguna manera también actúen como dominados, se encontrarán dentro de la ideología dominante por el hecho de reproducir esta ideología mayoritaria.
  • Los agentes representan una élite, ya que pueden ser entendidos como «antivirus» en el sistema que conforma la Matrix. Esta élite es la encargada de adaptar y asegurarse que la ideología sea cumplida bajo un cierto régimen determinado ante cierta situación.

Bajo este tipo de análisis, podemos encontrar en el personaje de Cypher un reflejo de una de las 5 estrategias diseñadas para desintegrar una ideología, para que de este modo la ideología contraria logre mantener el poder. Esta estrategia consiste en lograr una división del grupo dentro del grupo en sí mismo. Pero esta no es la única estrategia empleada para intentar disolver un grupo. Ejemplo de esto es proyectado por parte de los agentes y por la función que estos cumplen en la Matrix, esto es, evitar el acceso a los medios que se opongan a la ideología del grupo dominante. Este tipo de estrategia es representada por los agentes, los cuales pueden ser entendidos como programas encargados de eliminar cualquier «error», o «falla» que el sistema pueda presentar, entendido error en Matrix como aquellos individuos que manifiestan cierto conocimiento acerca de lo que la realidad es, lo que por ende implica comenzar a concebir a la “realidad” no como lo verdadero, sino como una serie de proyecciones mentales que le han sido impuestas inconscientemente. El permitir que exista una señal de resistencia ante el grupo dominante representaría un peligro a sus intereses, y por ello, a la permanencia de dicho grupo.

Para poder comprender de forma más clara el tipo de ideología que los dos grupos contrarios exponen, es importante entender el discurso que representan «ellos», en oposición al «nosotros». Situándonos en el discurso de «ellos», podríamos interpretar que nosotros consideramos que el interés e ideología de las máquinas se basa en que el ser humano es naturalmente dependiente, lo cual representaría que el tratar de vivir de alguna otra forma sería sinónimo de autodestrucción. De esta manera, las máquinas buscan legitimar la toma del poder sobre la vida del ser humano convirtiendo sus estrategias en el modo natural y único de vida para que el hombre acepte de forma inconsciente su papel de esclavo. Es decir, crean una prisión mental conformada por falsas convicciones y de esta manera logran transformar a este en su fuente de energía, lo que representa el cumplimiento y reproducción de sus intereses.

Por otro lado, si nos colocamos dentro de la idea del «nosotros», el discurso se basará en la ideología de que el grupo dominante no trata a los humanos bajo un régimen de vida, ya que la vida y sus experiencias no sólo se basan en impulsos electromagnéticos que el cerebro recibe a través de este programa. También es parte de la naturaleza del humano poder decidir. Es aquí el punto en el cual parece que en realidad la elección es una ilusión creada entre los que tienen poder. En realidad la elección es una idea creada aparentemente por las máquinas también, pero su libre albedrío está estructurado de acuerdo con los límites que el programa tiene. Este pensamiento acerca de si somos o no libres, podemos ubicarlo en la película cuando Neo es postulado como el elegido: parecería que el libre albedrío sólo forma parte de las estrategias de legitimación del grupo dominante. De esta manera podríamos preguntarnos si nuestros sueños son sueños dentro de la realidad, o sueños que han sido soñados dentro de un sueño.

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