14.09 van Dijk, Producción discursiva y reproducción ideológica – Versión de Ana Karen León

Bitácora de la sesión del 14 de septiembre
Versión de Ana Karen León Sánchez

La sesión se basó en la última lectura de van Dijk, para que de esta manera se concluyera la segunda parte que hemos tratado a lo largo del curso: el estudio de la ideología desde el análisis del discurso. Y para ello el profesor hizo énfasis en las siguientes problemáticas:
  1. ¿Qué es el contexto y cómo se puede analizar?
  2. ¿Cómo se reproduce la ideología?
  3. ¿Cómo se produce la ideología?

A partir de la pregunta acerca de cómo acceder al referente, que Gabriel López planteó a raíz del tema analizado el miércoles, el profesor aclaró que a van Dijk no le importa cuál es el referente ya que él le da más peso al significante, que es la expresión material de lo que se tiene en la cabeza  –la palabra–  y al significado,  que es la serie de representaciones mentales. En cuanto al referente, que se puede entender como aquello de lo que estamos hablando, simplemente para van Dijk no es importante dado que no se puede saber qué es la cosa en sí misma. De esta manera hay una relación entre significante y significado, adicionando un tercer elemento: la acción –el acto de habla–, cuando se realiza la acción para ver la carga ideológica de una oración. Esto quiere decir que no basta solamente con las palabras y las imágenes, es la acción la que dejará ver la carga ideológica y en consecuencia será en el momento de realizar el habla cuando se pueda conocer y analizar el contexto.

1. El contexto es definido por van Dijk como "el conjunto estructurado de todas las propiedades de una situación social que son posiblemente pertinentes para la producción, estructuras, interpretación y funciones del texto".  El profesor explicó esto haciendo un supuesto de análisis del contexto de producción ideológica del salón en donde hay una relación entre docente y oyentes, que podría entenderse como relación de subordinación dado que los oyentes dependen de una u otra forma del docente para acreditar la materia. ¿En este caso qué es relevante y qué no es relevante? En este momento no es relevante destacar que los oyentes son hombres y mujeres, pero hace 40 años eso sí habría sido relevante. A partir del contexto hay que aprender a discernir entre lo que es relevante y lo que no es relevante para entender cuándo una afirmación  –hay que tomar en cuenta tanto lo que se dice, como lo que no–  es ideológica. El contexto afecta cómo decimos lo que decimos, ya que cambia de cierta manera lo que transmitimos a través del significante y significado. Esto se puede explicar mediante la construcción subjetiva en la que están presente dos factores: ¿cómo me veo a mí mismo? y ¿cómo creo yo que me ven los otros?

Es aquí donde se presenta el contexto evaluativo ya que podemos expresar una idea con las mismas palabras en sinfín de ocasiones pero lo que transmitimos puede ser distinto en cada circunstancia, ya que evaluamos los contextos a los que estamos condicionados en determinado momento. Sin dejar a un lado el contexto pragmático que es el habla por sí mismo, y donde Van Dijk señala que la estructura del contexto es dinámica, dado que se actualiza en función de los cambios en la circunstancia. Para ejemplificar esto, el profesor señaló el caso de una entrevista de trabajo, en donde nos comportamos de cierta manera, pero en el momento que la plática toma una temática más personal, cambia el contexto y cambia la disposición de las afirmaciones que planteamos.

¿Cuáles son las fuentes del contexto?  Se puede definir el contexto mediante:
  • Esquemas generales.
  • Modelos previos que se reactivan.
  • Creencias personales.
  • Las creencias sobre el tipo de evento comunicativo que se lleva a cabo.
  • Las partes previas de un discurso.

El estudio del contexto se puede extender de manera infinita, pero en este caso se tomarán en cuenta 10 dimensiones relevantes para llevar a cabo este análisis:
  1. El dominio: Se refiere a la creencia sobre el dominio, es decir, el dominio al que pertenece el acto comunicativo. Puede ser de índole político, económico, educativo, etc.
  2. El tipo de evento en el cual nos encontramos. Este punto está directamente relacionado con el anterior; por ejemplo, el dominio presente es educativo y dentro de este dominio hay distintos tipos de eventos: conferencias, clases, talleres, etc.
  3. La función que nosotros creemos que cumple ese evento comunicativo. El profesor ejemplificó con el caso de un interrogatorio, cuya función es obtener conocimientos.
  4. La intención que nosotros imaginamos/suponemos de los participantes de un evento comunicativo. En este punto surgieron dos preguntas de distintos compañeros. La primera, ¿cómo sé cuál es la intención verdadera, ya que por una parte está lo que el individuo emite como su intención y por el otro lado está la intención en sí? A lo que el profesor respondió que es imposible saber la intención del hablante, porque en ocasiones el hablante mismo no sabe su intención, entonces ¿de qué manera sabrían otros su intención? La segunda, ¿puede alguien estar seguro de sus intenciones? A lo que se concluyó que no, dado que para tener conocimiento de sí mismo se necesita objetividad y somos malos si se trata de juzgarnos a nosotros mismos. En conclusión, interpretar adecuadamente las intenciones es muy complicado pero debemos tomarlas en cuenta.
  5. El propósito: Se entiende como las consecuencias que el individuo o grupo buscan en la realización de un acto –es importante diferenciar intención y propósito–.
  6. El lugar donde se realiza un hecho.
  7. El tiempo en que se realiza un hecho.
  8. Saber si ese contexto es normal para las acciones realizadas en él, es decir, si las acciones son propias o no para el contexto.
  9. El empleo o no de ciertos objetos; por ejemplo, en una conferencia aquel que tiene el micrófono tiene la palabra, por ende el poder.
  10. El rol que fungen los participantes en cierto evento comunicativo.
    1. Rol de participante: Quién habla y quién escucha.
    2. Rol profesional: Docente, estudiante, doctor, etc.
    3. Rol social: Jefe/subordinado.
    4. Rol de afiliación: Los representantes de un grupo; por ejemplo, ideológicamente no es lo mismo que el presidente del PRD hable del partido, a que cualquier ciudadano hable del partido en una encuesta.
    5. Rol de pertenencia: Este rol está derivado del anterior, dado que son los que pertenecen a un grupo. Aquí surge una aclaración, en lugar de hablar de identidad se habla de procesos constantes de identificación, en consecuencia hay una presente disposición a cambiar.
    6. Modo en que los otros me ven: El modo en que los otros creen que soy, el modo en que yo creo que los otros creen que yo soy, para sintetizar son las creencias de las creencias que los otros tienen.

2. Una vez que se tiene claro el contexto, se puede analizar cómo se reproduce una ideología. Y es aquí donde entra en juego una problemática: ¿qué es lo que permite la reproducción de una ideología? Se puede responder que el factor que contribuye es el hecho de que haya más miembros, ya sea porque un grupo logró heredar a otros integrantes esa ideología o ese grupo se apropia de nuevos individuos. Pero ¿cómo se da el proceso de ideologizar, esto es, pasar de quién sabe a quién no sabe? Para responder esta cuestión hay 4 posibles procedimientos:
  • Del sistema a la acción: Es un movimiento de arriba hacia abajo, se refiere a la manipulación que logran las élites a la minoría.
  • De la acción al sistema: El grupo a través de sus acciones constituye una creencia.
  • Del grupo al individuo: A través de la enseñanza de principios.
  • Del individuo al grupo: El proceso en el que una persona transmite conocimientos ideológicos depende de la recepción de cada individuo –claramente no es pasiva–. El modo en que se reproduce la ideología es cuando los nuevos integrantes –los que no sabían– aceptan las ideologías, es decir aceptan los nuevos principios y hay una sobregeneralización. Dado que las ideologías son postulados generales, la reproducción supone una aplicación a casos no previstos.

Se podría concluir que no hay ideologías si atendemos a las variaciones individuales, a partir de las experiencias de cada individuo que influyen en su manera de percibir y ejecutar cierta ideología; de esa manera no se encuentra una «esencia» en la ideología. Van Dijk dice, en cambio, que es evidente la existencia de ideologías, a pesar de esta “subjetivación”.

En suma, la reproducción ideológica se puede dar de dos maneras:
  1. A partir del contexto, que se divide en dos posibilidades:
    1. Destacando que tipo de material que se selecciona; por ejemplo, ¿cuál es el material que selecciona para hablar en las noticias?
    2. Una ideología logra reproducirse cuando hay suficientes ejemplos de individuos que creen en esa ideología y manifiestan su creencia. El problema en esto cuando decrece el número de seguidores de una ideología ¿deja de ser ideología por esta disminución? ¿Cuándo hay suficientes miembros de un ideología para que se sepa que hay una ideología?
  2. Por reproducción discursiva, de igual manera se divide en dos posibilidades:
    1. Respecto del significado; por ejemplo, la ideología de castas de la colonia en la actualidad ya no es una ideología activa, solo quedan rezagos para nosotros ya que no hay un ideal y ya no hay quien reproduzca ese campo semántico.
    2. La habilidad para traducir una ideología a una situación en concreto.

3. Una vez analizado el proceso de reproducción ideológica, se puede plantear uno de los problemas esenciales ¿cómo se produce la ideología? Van Dijk maneja la reproducción por «módulos», pero para dejar más en claro el tema el profesor sustituyó este concepto por el de «factores».
  • Factor pragmático: Cuando se produce una ideología se tiene en consideración cómo decir algo (en función del contexto).
  • Factor semántico: Para la producción ideológica se debe saber qué decir, usualmente hablan de tópicos que benefician al propio grupo; por ejemplo, las feministas hablan de la equidad de género, y queda claro que no mencionan temas como el medio ambiente, dado que no está en relación directa con su ideología.
  • Factor de formulación: El decir se refiere al tipo específico de expresión, la cual puede ser:
    • Directa: Difícilmente se encuentra este tipo de expresión, ya que consiste en afirmar radicalmente y recordemos que una de las características de la ideología es que «se presenta como no ideológica», dado que las ideas que se afirman se postulan como verdad y no solo como creencia.
    • Indirecta: Se puede presentar de diversas formas:
      • La primera es la autopresentación positiva para después hacer una afirmación en sentido contrario; por ejemplo, eso se refleja en la oración «Yo no soy racista, pero mi maldito vecino negro no me dejó dormir con su reggaeton».
      • La segunda es la expresión de actitudes, donde están presentes:
        • Modelos de acontecimientos: Al afirmar que «los inmigrantes son delincuentes», esta afirmación está sujeta a un modelo de acontecimiento y regido por un contexto.
        • Modelos de contexto: Al afirmar que hay mujeres en el salón, adecuo mi afirmación a ese hecho y reflejo mi ideología.

La persuasión es el objetivo de toda ideología y discurso. Se buscan modos de adecuación para que el otro cambie sus creencias por las creencias de quien persuade. La mayor persuasión es la que tiene acceso a mayor cantidad de personas, y en este caso los medios de comunicación son los que tienen mayor acceso. Pero esto no significa que se acepte cualquier creencia. ¿Cómo se logra que las personas –receptores­– piensen lo que yo quiero que piensen? En primer lugar hay dos términos que se deben tener en mente: «hechos» y «opiniones». Cuando el receptor no distingue entre ellos hay un convencimiento y por ende hay persuasión. Cuando el receptor distingue entre hechos y opiniones, no hay una persuasión, aunque este discernimiento puede ser ideológico.

La legitimación es el instrumento de la ideología para construir una forma de pensar acorde a sus intereses porque siempre se busca defender los intereses propios. Toda ideología apelará a una legalidad –aunque esta justicia sea la propia–. El prototipo de legitimación ideológico es político ya que solo en tiempo de crisis se buscará una legitimación, por un lado, y, por el otro, la deslegitimación de los grupos contrarios de poder. Para deslegitimar, lo más común es desacreditar la acción de ese grupo, de sus normas, de sus postulados; es decir, contradecir aquello que le da sentido al grupo en cuanto a objetivos y razón de ser. Para que se diga que hay una adecuada legitimación se debe cumplir los siguientes aspectos:
  • Interiorización: Que los intereses y objetivos del grupo que quería lograr la legitimación sean los intereses y objetivos del grupo dominante.
  • Prohibición: Negación del acceso al público a la ideología contraria.

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