05.09 Van Dijk, Ideología y cognición – Versión de Rebeca Vargas

Bitácora de la sesión del día 5 de Septiembre
Versión de Rebeca Vargas Martínez

La sesión se desarrolló con base en la lectura de Teun Van Dijk, Ideología, de los capítulos del 10 al 13. La clase se dividió en 5 puntos:

1. Actitudes
2. Modelos Mentales
3. Conciencia de la ideología
4. En qué medida la ideología es distinta al sentido común
5. Relación entre ideología y conocimiento (este último quedó pendiente para la sesión siguiente)

Se empezó comentando lo que es una actitud, entre lo que es mi creencia y lo que yo digo que es mi creencia. Hablar de actitudes nos sirve para especificar que no es lo mismo el contenido de mi creencia que lo que yo digo acerca de mi creencia. Si alguien tiene una creencia, puede decirla de diferentes maneras, pero eso no significa que cambien sus creencias. Esto es, independientemente de cómo la formula, sabré qué creencias tiene alguien por medio de sus actitudes.

Las actitudes grupales tienen como primera característica la estructura de problema-solución. La segunda característica de las actitudes es que las actitudes polarizan, porque para poder responder a la solución requiero saber a quién pertenezco, es decir, establecer quiénes somos nosotros y quiénes son ellos. Se tiene como tercer punto un conflicto: ¿estás conmigo o estás contra mí? Si una ideología no confronta, no es ideología.

El conflicto ideológico proporciona principios, aquellos que siguen estos principios pertenecen a “nosotros” aquellos que no lo hacen no están con “nosotros”. El cumplimiento del deber, al marcarnos un conflicto ideológico, no sólo marca mis valores o mis principios y normas bajo los que me rijo, sino también qué es lo que debo hacer.

Las actitudes generan de este modo la identidad (por el “nosotros”), ya que por eso sé quien soy (gracias a la polarización). Una vez que sé quienes somos “nosotros”, puedo responder cuál es mi identidad. Tenemos diferentes identidades porque pertenecemos a diferentes grupos.

2.  Los modelos mentales son una forma de interpretar las representaciones sociales,que responden a una memoria colectiva. El individuo tiene una memoria episódica, es decir, nuestros recuerdos y experiencias y, una memoria social. Los modelos mentales son para especificar que nosotros interpretamos las representaciones sociales en función de la memoria episódica. Se tiene que pasar de la memoria episódica a la memoria social, es decir, de constante a variable. Los modelos mentales tienen aplicación individual; “En mi experiencia algo es así por esto, pero también tengo memoria y experiencia de lo que los demás dicen”. Entre el modelo mental y la memoria social, se encuentra la ideología. El modelo mental se cambia a partir de la memoria episódica (cambiando experiencias) o a partir de cambiar la memoria social (cambiando el discurso por medio de propaganda o educación).

3.  Muchas investigaciones sobre ideología coinciden en calificarla como “falsa conciencia”, es decir, el grupo de creencias que no reflejan los intereses objetivos del grupo. Hay falsa conciencia donde no corresponde lo que yo creo con lo que yo soy. Una forma de manifestar esta falsa conciencia es la hegemonía, que consiste en que un grupo dominado acepta, promueve y difunde los valores y los intereses del grupo dominante. Se da de forma perfecta cuando el dominado está convencido de las creencias del dominante. Si el grupo dominado confronta al dominante se rompe esta perfección.

La falsa conciencia radica en que “nosotros” tenemos creencias fácticas y “ellos” también las tienen, pero son erróneas. Nuestras creencias evaluativas no son iguales a los intereses del grupo. Es  así que nos planteamos la pregunta de por qué un grupo quiere pertenecer a otro que no le corresponde. Toda ideología dominante va a buscar que no te des cuenta de que estás siendo dominado, que la creencias que tienes las consideres naturales y así no vas a pensar en cambiarlas. La ideología de los dominados, en cambio, tiene que ser consciente.

4.  El sentido común es un conjunto de saberes que damos por sentado y, por ende, no cuestionamos. De esta manera diremos que es una teoría ingenua del mundo. No deriva de la naturaleza, responde a representaciones sociales y esas representaciones sociales pueden ser prejuiciosas y tendenciosas. En una palabra, el sentido común es “lo obvio”. Esta obviedad puede responder a una experiencia personal o memoria social. No existe el sentido común puro o irreflexivo, sino que ya supone creencias fácticas de todo un conglomerado cultural. El sentido común se distingue de ideología, ya que sentido común es el equivalente de la base cultural. El sentido común es ideológico sólo si hay una confrontación.