26.10 Žižek, Necesidad del falso reconocimiento – Versión de Daniel Sandoval

Bitácora de la sesión del 26 de octubre de 2012
Versión de Daniel Aurelio Sandoval Valenzuela

La sesión se desarrolló con base en la lectura de  Slavoj Žižek, El sublime objeto de la ideología, capítulo 2. Los puntos expuestos en clase fueron:
  1. Creencias objetivas (fantasía ideológica)
  2. Notas entorno a la Causalidad
  3. Necesidad del error
  4. La dimensión ontológica positiva del falso reconocimiento

1. El último punto desarrollado en la clase anterior sobre las creencias objetivas fue acerca de las ruedas de plegarias, análogas a las veladoras: las veladoras son las que nos permiten objetivamente estar rezando o similar a este ejemplo sería el de las plañideras o las risas enlatadas; otro ejemplo expuesto es el del chiste del loco que se creía un grano de maíz, el chiste consiste en que el loco que se creía un grano de maíz es curado y al momento de salir  a la calle se encuentra con una gallina, lo que hace al loco irse despavorido y se dice: -Yo ya estoy convencido de que soy un hombre, pero ¿la gallina? Lo que Žižek señala acerca de este chiste es que la creencia no se tiene, porque el loco «ya sabe» que no es un grano de maíz pero ¿y los otros? Qué tal si los otros no saben que es un hombre y siguen creyendo que es un grano de maíz y si una gallina lo ve entonces iría tras él.

Lo que Žižek demuestra es que las creencias son objetivas, en el sentido de que no basta decir que no se cree en algo, sino por el modo en el cual se comporta es que puede entresacar cuáles son las ideas, porque a partir del comportamiento objetivo será que puede formarse creencias propias. De tal modo que seguir una costumbre significa creer sin saber que se cree, dado que la creencia radica sobre todo en el nivel de lo que se hace y por lo tanto la falsedad o falso reconocimiento no radica en lo que no se sabe que se está haciendo. Un ejemplo de esto serían los pequeñoburgueses que no saben que están enajenados, el proletario no sabe que está enajenado pero una vez que se sepa que están enajenados, finalmente superaran su estado de enajenación.

El problema, dice Žižek, es que la creencia que poseen no esta en el orden de lo que saben sino en el orden de lo que hacen y por eso seguir una costumbre es creer sin saber, y por lo tanto se puede decir que se cree antes de creer. Esto es a lo que Žižek identifica como fantasía, es decir, la estructuración de la realidad a través de ciertas prácticas, que es previa a la comprensión de dichas prácticas o creencias reflejadas en las prácticas. Un ejemplo a esto sería el sueño del “niño que arde” que menciona Freud en la Interpretación de los sueños. El sueño consiste en que está un padre cuidando a su hijo que lleva muchos días enfermo hasta que el hijo muere. El padre se va a descansar a una habitación contigua y en el sueño sueña que su hijo se quema con lo cirios alrededor del féretro. Es tan fuerte la sensación del fuego que quema a su hijo y los reclamos del hijo hacia el padre por no ir a cuidarlo, el padre se despierta y se da cuenta que en efecto el hijo se está quemando.

Según Freud, la interpretación habitual es que el sueño nos permite seguir durmiendo o cuando se tiene una pesadilla, la pesadilla debe ser entendida en el sentido de que nos permite seguir durmiendo. La interpretación que hace Lacan es opuesta: no es que la pesadilla nos permita continuar el sueño sino que en este caso el padre no se despierta por las sensaciones externas sino que se despierta por el sentimiento de culpa cuando el hijo, en el sueño, le empieza a reclamar. El fuego no es el que lo despierta sino el sentimiento de culpa por no poder hacer nada para salvarlo.

La fantasía estructura la realidad porque parece que podemos ver la realidad tal cual es. Esto significa que la ideología sería una perspectiva que nos impide contemplar la realidad, como en el socialismo: cuando se es socialista se está ideologizado porque no se están viendo las cosas directamente, sino que se ve en un producto al imperialismo, o el periódico se ve como un instrumento para la propaganda de intereses capitalistas etc. Con esto parecería  que la ideología se convierte en una especie de lentes que más valdría quitarse para ver las cosas tal cual son; sin embargo, esto resulta complicado.

Un ejemplo sería la ideología antisemita: el antisemitismo consiste en decir que los judíos son el origen de los males del mundo. Una ideología antisemita puede, en principio, confrontarse con la realidad: cuando se tiene un vecino que es judío y es una buena persona, buen vecino, etc. La interpretación que haría un antisemita en defensa de su ideología es que el vecino oculta su verdadera naturaleza, siendo tan cínicos que se hacen pasar por buenas personas. Así es el funcionamiento de la ideología: cuando se interpretan hechos en apariencia contradictorios con la teoría como si la reforzaran. Otro ejemplo expuesto sería el de la religión: cuando ocurre una desgracia, lo primero que se dice es «Dios me esta poniendo a prueba». Es un acto que se puede interpretar en sentido contrario para volverse ateo pero bajo el parámetro ideológico refuerza más a la ideología. De esta manera, un hecho que contradice en apariencia la ideología, se convierte en un refuerzo para la propia ideología: ese es el modelo del funcionamiento de la ideología.

2.  En este apartado el tema a exponer es el de la causalidad, con esto se dio inicio a la explicación del segundo capítulo de El sublime objeto de la ideología. Se empezó diciendo que, para entender el síntoma hay que entender la relación causa-efecto. En la versión tradicional de la relación de una causa a un efecto, hay dos órdenes: uno ontológico y el otro epistemológico. En el orden ontológico lo primero es la causa y lo segundo es el efecto, primero es la causa y después es el efecto. En el orden epistemológico es al revés, primero es el efecto y lo segundo es la causa. Pero para entender a Žižek vimos que este no es el modo que explica la causa-efecto. Dice que en el orden simbólico, es decir el orden sintomático, primero se da el efecto y luego se da la causa.

Žižek invierte el orden ontológico en la relación causal; pero, ¿cómo es que el efecto causa la causa? Es evidente que una causa tiene un efecto y no que un efecto produce una causa. ¿Por qué Žižek dice entonces que los efectos producen las causas? Se explicó que el efecto, en este caso, es el síntoma. ¿Qué es entonces un síntoma? Un síntoma es la manifestación de una enfermedad. En sentido tradicional, se dice que un síntoma es un efecto y por lo tanto debemos investigar la causa, pues la causa es primero y después el efecto: primero es la enfermedad y como consecuencia de la enfermedad tenemos un síntoma, la manifestación de una enfermedad. Para Žižek, la interpretación del efecto, que sería el síntoma, es el que produce la causa: el análisis del síntoma va a producir la verdad de la enfermedad. Si se entiende que el efecto es el síntoma, se piensa en el proceso de análisis del síntoma.

El modo de analizar un síntoma en sentido psicoanalítico se conoce como transferencia: después de asistir cuatro años con el psicoanalista, un paciente empieza a descubrir la verdad de la enfermedad, es decir, las causas de su síntoma, gracias a la transferencia, que consiste en suponer que el psicoanalista sabe de qué está enfermo. Que el paciente sólo podrá llegar a la verdad de su enfermedad cuando se imagina que el psicoanalista sabe por qué está enfermo, es a lo que se llama transferencia. La transferencia sólo puede llegar a la verdad de los síntomas, una vez que un otro lo sabe.

No se puede llegar a la verdad de los síntomas o la causa si no se postula que alguien lo sabe, es decir, sin transferencia no es posible la verdad del síntoma. Por esta razón Žižek menciona que es algo paradójico: ya se tiene la verdad pero solamente al postular que alguien más lo sabe es cuando se llega a la verdad, aunque ese alguien no lo sepa. Se mencionaron dos analogías que sirven para la explicación de la transferencia: la primera es la de Edipo que consiste en que el padre de Edipo –Layo– consulta al oráculo y este le dice que su hijo lo matará y se casará con su mujer. Layo mata a todos sus hijos con excepción de uno, quien es dejado a unos pastores, este llamado Edipo, consulta al oráculo y el oráculo le dice que matará a su padre y se casará con su madre. Entonces Edipo no quiere cumplir dicha profecía y se va a Tebas, mata a un señor que resulta era su padre y se casa con una señora quien resulta ser su madre. Lo que señala la paradoja es que si Layo y Edipo no hubieran conocido la profecía, esta no se habría realizado.

Del mismo modo funciona la transferencia, solamente cuando se postula un cierto saber, que es falso, adquiere un grado de verdad. La segunda analogía que se menciona es la de Morniel Mathaway. Un historiador de arte que vive en el siglo XXV y que viaja en el tiempo para conocer en el siglo XX al más famoso y extraordinario de los pintores, Monriel Mathaway, cuando llega al siglo XX conoce a Monriel Mathaway  y descubre que es un vividor que incluso le roba la máquina del tiempo y lo deja atrapado en el siglo XX. Al historiador del siglo XXV, sin posibilidad de regreso al futuro, lo único que le queda es asumir la identidad de Monriel Mathaway y copiar lo cuadros que recuerda que Monriel Mathaway había pintado. Si el historiador de arte no hubiera viajado al pasado, no hubiera existido Monriel Mathaway.

La búsqueda del descubrimiento del síntoma es lo que nos permite crear la verdad de la enfermedad a través de la falsedad y en este sentido se habló de un error.

3.  ¿Por qué es necesario el falso reconocimiento? Žižek menciona diferentes ejemplos de orden histórico y literario. Uno de los ejemplos que  se mencionó fue el de Rosa Luxemburg que tiene diferencias con algunos de sus correligionarios con decidir cuándo es el momento adecuado para iniciar la revolución proletaria. Rosa Luxemburg dice que si se piensa sobre el momento adecuado para iniciar la revolución, esta jamás empezará, sino que es necesario en ese preciso momento iniciar con la revolución y aunque el intento falle, solamente a partir de los momentos fallidos, la revolución llegará a su momento oportuno. Lo que nos mostró el ejemplo de Rosa Luxemburgo es que a partir del falso reconocimiento es que se puede llegar a la verdad (de la revolución).

Es necesario pasar por el falso reconocimiento para acceder a la verdad, que, como en el esquema de causa-efecto, primero presenta el efecto, es decir, que existe el síntoma de una enfermedad, pero gracias a que se descubre el síntoma de la enfermedad es que se puede acceder a la enfermedad. No en el sentido tradicional que primero es el sentido ontológico la causa y en sentido epistemológico primero es el efecto, sino que gracias a la investigación sobre la causa es que se crea la causa, se crea la enfermedad.

4. Dimensión positiva del falso reconocimiento. Se empezó explicando sobre lo inconsciente que es lo que, sin que se sepa, ya está determinando a alguien. Los síntomas están en función de un deseo inconsciente que estructura esos «sinthome». Si al hacerse un análisis o psicoanálisis, se busca descubrir la verdad de los deseos que determinan a alguien, lo que se hace es volver consciente lo inconsciente, es decir, algo que no se sabe que se tenía, pero ahora sabe que se tiene. Pero hay un problema y es que lo inconsciente por definición es inconsciente: su existencia depende de que no sea consciente porque si se vuelve consciente lo inconsciente, este ya no existiría, dejaría de ser inconsciente, sólo se puede saber o adivinar lo inconsciente pero no se puede dar una sustancia que investigar. Lo inconsciente es lo que no se conoce, en el momento que se conoce ya no existe, porque la definición de inconsciente es que no es el producto de una conciencia, en esa medida, el inconsciente existe solamente cuando no es conocido. Debe haber un tipo de posibilidad de caracterizar ontológicamente ese falso reconocimiento, el pasar por el error; este paso es que dimos del síntoma a la fantasía y de la fantasía al sinthome.

El síntoma sería, en principio, la manifestación de una enfermedad: las características de este es que está dirigido a un otro o, como diría Žižek, es que está dirigido al gran Otro. En esta medida busca ser interpretado: estará dirigido hacia el analista o estará formado para la interpretación, por ende, requiere la transferencia para ser descubierto. En términos tradicionales se tendría una enfermedad mental y a partir de la enfermedad se manifestará un síntoma; en el sentido psicoanalítico no se puede describir una enfermedad, sino lo que se manifiesta es un sinthome. El sinthome esta referido a ciertos comportamientos erróneos: ese sinthome está dirigido a un gran Otro, es decir, que el modo de manifestarse está en función de quien creo yo que interfiere sobre mí.

El síntoma tiene como característica principal que genera un displacer. No resulta agradable tener manifestaciones de la enfermedad, sin embargo, el proceso mismo de investigar el «por qué» genera placer; el proceso mismo del psicoanálisis genera placer porque implica conocerse y en ese sentido causa placer.

Su contraparte es la fantasía, porque la fantasía no está dirigida a un gran Otro, sino que el otro es tachado, está siendo anulado. En la fantasía se anula el otro, en el sentido de que el otro que construye la fantasía en realidad es irrelevante, solamente es el objeto de la fantasía; sin embargo, la fantasía, a diferencia del síntoma, evita por todos los medios ser analizada, los síntomas buscan ser analizados, sin embargo las fantasías evitan ser analizadas, por eso es el inverso del síntoma. Mientras que en el síntoma vimos que había un placer en el análisis y un displacer en que sucedan las cosas, en la fantasía es lo contrario, en la fantasía tenemos un alto grado de goce por estar fantaseando, en cambio, resulta displacentero que se enteren de las fantasías y por eso se evita socializar las fantasías. Cuando se socializan las fantasías y se encuentra placer en ello, ya no es una fantasía, es un síntoma. Hay un elemento irreductible en la fantasía, ese elemento postulado en un sentido universal, cuando se universaliza el proceso de sintomatización de la fantasía. Este es el elemento destructivo cuya desaparición es catastrófica, puesto que es el único soporte de la realidad.  Para concluir se mencionó sobre el síntoma ideológico por excelencia: «Razona pero obedece» (Kant).

No hay comentarios:

Publicar un comentario