Resumen. Williams, Base y superestructura – Versión de Flor Mayén

Raymond Williams, Marxismo y literatura, Barcelona, Península, 1988, Capítulo II, 1-4, pp.93-120.
Síntesis y resumen de Flor Maribel Mayén Muñoz

Síntesis

Karl Marx establece que hay una relación entre una base que abarca a las condiciones materiales y una superestructura que representa a las creencias del hombre. La superestructura depende de la base porque están relacionados con conflictos de orden económico. Es necesario estudiar en los procesos esta relación, considerando que estos están en constante cambio, de lo contrario al separarlas en su análisis, estas se conciben  como formas concretas y se pierden de vista los procesos constitutivos.

Marx utiliza metáforas para ejemplificar a la realidad del hombre, sin embargo, las metáforas no pueden cambiar, mientras que la sociedad está en constante cambio. Algunos términos tienen diferentes significados o usos metafóricos, para describir elementos que no pueden ser visibles o palabras que pareciera que ya tienen un significado preciso, por lo cual, en ocasiones Marx flexibilizaba términos que eran rígidos. Sin la determinación de los conceptos el marxismo podría ser inválido.

La “determinación” establece términos y a veces pone límites a las acciones. Este hecho resulta complicado cuando la determinación implica a alguna fuerza externa que controla el resultado de una acción o proceso más allá de la voluntad de sus agentes.  A este fenómeno se le llama Exterioridad.

Para los gobiernos es importante el papel de la producción en favor de un orden político y social. Se establece que somos un mundo autosubsistente donde las industrias dependen de las fuerzas productivas. La producción consiste en trabajar sobre materias primas con el fin de generar mercancías que formen parte del sistema capitalista de distribución de intercambio. Es por ello que los elementos de la superestructura nunca serán considerados como prácticas reales, que forman parte de un proceso social material. Bajo esta denominación, la sociedad pierde contacto con las artes y humanidades y la relación de estas prácticas con las prácticas que se consideran productivas.

El arte es reflejo de los procesos históricos sociales y reales verificables, no de los objetos. En este punto aplicamos la palabra mediación sobre la idea de reflejo, como medio de conexión entre distintos tipos de actos; definiéndola como término que describe la relación entre sociedad y arte (base y superestructura). La mediación no puede sostener a la metáfora sin algún sentido de orden de realidad existente. En la medida que se indica un proceso importante y productivo, la mediación es el concepto más flexible, pero si se utiliza sobre un proceso que cae sobre la metáfora la mediación puede no ser de utilidad.

Resumen

1.- Base y superestructura


Karl Marx establece que la estructura económica de la sociedad está formada por la unión de las relaciones sociales, dentro del campo de la producción, las cuales corresponden al desarrollo de las fuerzas productivas materiales. Este conjunto es la base de la superestructura legal y política. El modo de producción determina la vida de la sociedad, y ésta a su vez determina a la conciencia. Las fuerzas productivas entran en conflicto con las relaciones de propiedad existentes; comienzan revoluciones y surgen cambios en la superestructura.

Bajo un método materialista, Marx establece una base determinante y una superestructura determinada, sin embargo esta proposición hace que su versión sea especializada, limitada y con frecuencia inaceptable. Sus palabras tienen diferentes significados o con usos metafóricos, utiliza palabras para describir elementos que no pueden ser visibles o palabras que pareciera que ya tienen un significado preciso. Y en ocasiones flexibilizaba los términos que eran rígidos.

Hay tres aspectos a considerar acerca de la superestructura:
1.   Las formas legales y políticas que establecen relaciones de producción.
2.   Las formas de conciencia que expresan cómo se concibe al mundo.
3.  Superestructura como un proceso de toma de conciencia de un conflicto económico que se combate.

Cuando Marx planteó el ejemplo del arte que no corresponde con el desarrollo de la sociedad ni la superestructura de su organización, (incluso las ideologías superiores, que se alejan más de las condiciones materiales), reconoció la complejidad de las verdaderas relaciones base-superestructura y sus conexiones con la conciencia.

En una carta que Engels envía a Bloch, asegura que las condiciones materiales determinan a la historia pero la superestructura ejerce su influencia en las luchas sociales y en cómo estas se asumen. Pero hay fenómenos que no se pueden explicar, lo cual acepta la complejidad del método para explicar la relación de las condiciones materiales con la actividad e instituciones políticas.

Plejanov dice que la conexión base-estructura es el estado de las fuerzas productivas, las condiciones económicas, el régimen socio-político, la psiquis del hombre social, las numerosas ideologías; sin embargo, el error está en que no son elementos que se puedan separar para su análisis, se pueden describir solamente y quedan en un nivel analítico, que asumen una prioridad sobre el proceso social.

Al separar base y superestructura estas fueron estudiadas como formas concretas y se perdieron de vista los procesos constitutivos. Si se  analizan  las relaciones de producción, la existencia social o un modo de producción, se debe considerar que estos están en constante cambio. Lo que se tiene que estudiar son los procesos objetivos e inseparables de la relación base y superestructura dentro de los que la determinación es la clave de la relación.

2.- Determinación


Se han producido varios significados de la idea de determinación, tal situación puede hacer que el marxismo sea inválido. Determinar es fijar términos o límites; en cierta perspectiva, alguna fuerza externa controla el resultado de una acción o proceso más allá de la voluntad de sus agentes. Esta fijación conserva un proceso o las propiedades de sus componentes para “determinar” su  resultado.

El determinismo concebido como abstracto son los límites de los elementos en una acción. El determinismo con un enfoque científico presupone características inalterables; la diferencia está en descubrir las condiciones, las combinaciones y el grado exterioridad de las condiciones en una situación. Contemplando que en el marxismo el modo de vida depende de las condiciones materiales (condiciones objetivas), hay una distinción posible bajo este esquema: hay objetividad histórica, la cual nos indica las condiciones en que el hombre nace; y la objetividad abstracta en la cual el proceso determinante es independiente de la voluntad del hombre: economismo. Las diferencias entre los conceptos de determinismo se descuidaron en parte por las traducciones, y en otra por la fijación de límites.

Marx se basa en un objetivo y  externo sistema de leyes para su análisis. El determinismo abstracto ha sobrevivido gracias a que muchos hombres han concluido que hay una fuerza externa ajena a su voluntad, lo cual los lleva comprenderse como gobernados por leyes objetivas. Tal hecho parece ser una contradicción: el materialismo es un sistema de análisis metódico que explica de manera objetiva a los fenómenos del capital, sin embargo, cuando no encuentra explicación a ciertas leyes naturales, abstrae a estos fenómenos a través de la determinación ” exterioridad”, con tal de que cada palabra se alinee al materialismo.

La interrogante está en la importancia de volver a la determinación con un sentido de fijación de límites; la relaciones sociales y las actividades pueden imaginarse de otro modo sólo si los límites de un modo de producción son superados por un cambio social.

Engels dice que el acontecer histórico es el producto de un poder total  que funciona inconscientemente y va en contra de la voluntad de otros. Existe una contradicción en la sociedad burguesa, porque la sociedad o el acontecer histórico no se puede separar de los individuos ni de la voluntad social porque son características del individuo, modelo de la sociedad. Hacer esta separación crearía a un conjunto de seres inconscientes, lo cual es contrario a una sociedad.

Las determinaciones pueden ser también un modo de presión. Las positivas son actos sociales de presión sobre el individuo. Y las negativas son los límites. En este punto la sociedad juega un papel importante en todas las formas de expresión puesto que delimita e induce o impone sus normas a nivel individual.

Toda abstracción del determinismo basada en la separación de categorías autónomas es una mistificación de los elementos del proceso social. Para  evitar este hecho se usa la sobredeterminación, útil para analizar pero en la cuestión práctica podría confundir la naturaleza de las fuerzas productivas.

3.- Las fuerzas productivas


El capitalismo es un proceso de producción histórico, lo cual limita los términos (establecidos por Marx) al hablar del pasado e incluso del futuro en proceso diferentes. Producción material es una forma específica, determinada y comprendida en las formas de capital, de trabajo asalariado y de producción de mercancías. El trabajo es el medio por el cual se da la vida material, y las fuerzas productivas parecen ser independientes de los individuos.

Las fuerzas productivas son el conjunto de aplicaciones y desarrollo del conocimiento de una sociedad para crear una producción; en función de la creación de los individuos de esa misma sociedad. Esta es una abstracción que los sistemas capitalistas causaron,  propiciando una contradicción, por la separación de todos los elementos. Después intentaron revertir los términos.

Además se establece que las fuerzas productivas construyen al mundo autosubsistente establecido por leyes universalizadas que suponen un materialismo burgués. El contraste está en que autosubsistente se refiere a las industrias, que dependen de las fuerzas productivas. Se suprime la conciencia de la naturaleza de la sociedad. Para los gobiernos es importante el papel de la producción en favor de un orden político y social, que nunca pertenece a la superestructura, porque se enfoca a la supervivencia de las industrias, no de la concepción del hombre.

Producción consiste en trabajar sobre materias primas con el fin de producir materias primas que formen parte del sistema capitalista de distribución de intercambio. Es por ello  que los elementos de la superestructura nunca serán considerados como prácticas reales, que forman parte de un proceso social material. Bajo esta denominación la sociedad pierde contacto con las artes y humanidades y la relación de estas prácticas con las prácticas que se consideran productivas.

4.- Del reflejo a la mediación


La  afirmación de que “el arte refleja el mundo verdadero”, es compleja. Se puede entender como la manifestación  de la realidad, que está formada por “la naturaleza interior” del hombre o  las formas que constituyen a esta naturaleza, a partir de  la concepción del artista. Según el materialismo, estas concepciones pueden ser falsas o distorsionadas por una ideología que evita al verdadero reflejo. La mente del artista puede considerarse condicionada, lo que la hace dependiente, y en este hecho encontramos una función material.

La conciencia se considera como verdad científica a fin de describir las concepciones del pensamiento. El arte, en términos del realismo o naturalismo (ambos de una postura radical del conocimiento, con un criterio rígido del siglo XIX) se asoció con conceptos de ciencia; si no reflejaba a la realidad, era insuficiente.

La producción y reproducción de la vida real se establece como la base y solo implica la relación reflejo – objeto; bajo esta propuesta, el arte se entiende como elemento de la superestructura. Al involucrar al concepto en el objeto disminuyó esa radicalidad establecida en el siglo XIX para teorizar a partir del materialismo.

Por un lado, el arte se sometió al criterio de verdad científica por medio de la separación; y por otro lado, el arte, reflejo de la realidad (superestructura), se sometió a los criterios de conformidad. Estos juicios sólo se aplicaban a cosas muy simples y tuvieron que cambiar su teoría. Lo que mejor pudo teorizar al arte fue establecerlo como un proceso social material con cualidades implícitas. Entonces el arte se definió como reflejo de leyes objetivas desde la realidad fundamental del proceso material, que el arte refleja de una manera propia. Cuando el arte  es distorsionado, entonces es ideología.

Dadas estas condiciones se concluyó que el arte es considerado entonces como el reflejo de los procesos históricos sociales y reales verificables, no de los objetos. La consecuencia es que, como el arte cae en cuestiones metafóricas, pierde su propósito de suprimir el verdadero trabajo sobre lo material. Lo material constituye la producción sobre cualquier trabajo artístico ya que están interconectados los aspectos sociales, materiales y políticos.

En este punto, aplicamos la palabra “mediación” sobre la idea de reflejo, como medio de conexión entre distintos tipos de actos; definiéndola como la relación entre sociedad y arte (base y superestructura). Esto se puede comprender de formas diferentes; y es por ello que entender ideología como distorsión ha sido muy usado en el marxismo: si se quita la mediación se evidenciará la realidad y los elementos de distorsión, como los medios masivos de comunicación hoy en día.

Mediación, empero, es un concepto peligroso porque puede encubrir. La escuela de Frankfurt plantea que la mediación se encuentra dentro de la realidad social (objeto) y no es un proceso agregado a ella a través de la interpretación. La mediación no puede sostener a la metáfora sin algún sentido de orden de realidad existente. Las formas adoptadas por el desplazamiento y la alineación verdaderos experimentados en la sociedad, han recurrido a la separación de las relaciones y se ha caído en las mismas contradicciones de base y superestructura. En la medida que se indica un proceso importante y productivo, la mediación es un concepto más flexible, pero si se utiliza sobre un proceso que cae sobre la metáfora la mediación puede no ser de utilidad.

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